Qué día he.
Si a título personal estoy pasando por momentos desafiantes, ahora le aumentas la influencia de un temblor que, muy probablemente, se vio favorecido por el pensamiento colectivo tremendamente enfocado a ello. Una ocurrencia errónea convertida en sistema. Gran fallo.
Pero llegó la noche. Llegó el divino momento de entrar a mi habitación, segura, plácida, cómoda y silenciosa… para leer un libro que me está cambiando la vida. ¡Cuánta paz me ha regresado! Y cuántas confirmaciones de lo que he vivido en mi apasionante vida como conferenciante. En 30 años, conferenciando en extremo frecuente, ¡vaya que si se reúnen anécdotas mágicas! Y hoy, el autor que leo, me hace vibrar con sus historias tan parecidas a las mías y de las que nunca había yo hablado como hoy con el eco de sus letras. Dios me mandó este alimento para el alma. Prana pura.
Me siento impelido a que esta misma semana publique un boletín con mis reflexiones al respecto, ahora en exclusiva para mis lectores de la «Comunidad 118» confesando tantas cosas del alma. De mi experiencia con su influencia cuando uno es consciente y confía. He tenido chispazos así y son otro mundo, literalmente. Quizá el arte de vivir sea procurar más momentos así.
Buenas noches. La vida sigue. El reto de seguir practicando la confianza continúa.
💜
P.D.: Me ayudaría si me platicas dónde te sientes más a gusto leyéndome en estas breves reflexiones, aquí o en Tumblr. Los leo en los comentarios.
ArizaTips 
Doc, yo lo leo y escucho sin importarme la aplicación o el tiempo. Usted va conmigo mientras llegó a mi destino, arreglo mi cuarto, o mientras lavo los trastes, tiendo la ropa, o doblo y planchó. Usted hace más ameno mi tiempo. Gracias Dios, por sus pensamientos compartidos. Muy agradecida con Dios y usted.
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Ede, muchas gracias por tus comentarios. Me alegra lo que le platicas. Muchos saludos.
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